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Monumentos de Tabernas

 

CASTILLO ÁRABE

CASTILLO DE TABERNAS

En la cumbre de un cerro, coronando la villa de Tabernas, se localiza uno de los tesoros del municipio, su castillo de época medieval. 

De titularidad municipal y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento, el castillo de Tabernas se presenta majestuoso ante los tabernenses y visitantes sosteniendo la antorcha del espíritu de tiempos pasados llenos de historia y esplendor. 

Desde su posición privilegiada, ubicado en un cerro de la localidad, al que se accede a través de un camino adoquinado que arranca junto al Pabellón Municipal de Deportes, éste testigo del tiempo domina la población de Tabernas, su desierto y las sierras que lo enmarcan. 

Su posición no es baladí, pues el control del territorio circundante y de la vía de comunicación natural entre Almería y el levante peninsular, que históricamente ha desempeñado un papel fundamental es inigualable. 
Esta fortaleza de origen medieval, aunque no debemos descartar ocupaciones anteriores del cerro del castillo, ha tenido a lo largo de su historia varias fases de ocupación que le han otorgado una personalidad única. Su origen está datado, aproximadamente, entre el último cuarto del siglo IX o inicios del X, tratándose en principio de un hisn o lugar de refugio de la población. 

La siguiente fase constructiva correspondió al periodo del Califato de Córdoba y se enmarcó en la política defensiva de la Cora de Bayyana; a esta época pertenecerían los lienzos de tapial, provistos de torreones rectangulares y salientes macizos que, en la actualidad, se encuentran muy erosionados. 

Estas estructuras serían recrecidas durante los reinos de Taifas, construyéndose en estos momentos la torre noreste y correspondiendo al periodo Nazarí parte de los refuerzos de mampostería visibles sobre el tapial. Tras la conquista cristiana en 1489, la fortaleza se dividió en dos partes, construyéndose una torre artillera circular a inicios del siglo XVI que, en la actualidad, se conserva parcialmente. 

Su estado de conservación se debe, en buena medida, al punto y final de su uso como fortaleza que tuvo lugar a mediados del siglo XVI. La imposibilidad de mantener en buen estado el castillo, en un contexto de tensiones entre el poder castellano y la población morisca, llevó a la corona de Castilla a tomar la decisión de derrumbarlo y, aunque puntualmente, pudo ser utilizado en la guerra de las Alpujarras (1568-1570), tras esta se abandonó definitivamente. 

Tras este episodio de punto y final como fortaleza militar, el transcurrir de los siglos, el abandono, la fuerte erosión, el deterioro de las estructuras e intervenciones de restauración, entre otros factores, han provocado que muchas de sus estancias solo se conserven en el estado de arranque. 

Aun así, la silueta de esta fortaleza sigue imponiendo desde la lejanía como símbolo de poder  y autoridad. 
Una vez entre sus muros, la visión de la estructura desaparecida aparece como la sombra de algo mayor, más impresionante, más rico, reflejo de una sociedad llena de misterios y secretos, que invita a adentrarse en ella.

Conoce el Castillo de Tabernas, siéntete un vigía del territorio, contempla un atardecer desde sus murallas, observa cómo se va ocultando el habitante número uno de este desierto, el sol, desde un escaparate único, mágico y lleno de historia. 

 

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN

IGLESIA DE TABERNAS

Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Encarnación (Siglos XVI-XVII)

Mandada a construir por el obispo almeriense don Antonio Carrionero entre los años 1558-1570, cuyo escudo ostenta la portada a los pies del templo. El edificio es de estilo mudéjar y posee una planta rectangular de 48 metros de largo por 22,30 de ancho, con tres naves separadas por arcos de medio punto que se levantan sobre pilares rectangulares realizados en ladrillo.
La decoración de la armadura de madera de la cubierta es de una talla exquisita, una auténtica joya de la carpintería mudéjar en la provincia de Almería. 
Son destacables las estrellas de ocho puntas. Las naves laterales se cubren con sencillos colgadizos de madera. En el interior, el retablo mayor consta de tres cuerpos, destacando en la hornacina central la imagen de la Virgen de las Angustias, patrona del municipio. En la nave de la Epístola destaca la capilla funeraria de la Virgen del Carmen, obra realizada en mármol de Carrara (Italia) en el año 1865.
Al exterior presenta dos portadas de piedra labrada que evidencian las dos etapas de construcción de la iglesia.
La portada de la puerta de los perdones pertenece a la primera construcción. Con un diseño renacentista de arco de medio punto enmarcado por pilastras que apoyan en un entablamento dórico, rematado en las esquinas por bolas. 
La portada lateral atestigua la reconstrucción que, tras un incendio, se realizó bajo el patrocinio del obispo fray Juan de Portocorrero (1603-1631). Está levantada a partir de sillares almohadillados, con un arco de medio punto enmarcado por pilastras y coronado por un frontón triangular que se rompe para alojar el escudo del citado obispo, cuyo símbolo obispal, y a la vez, símbolo de Almería, “el Sol de Portocarrero”, aparece en dicho escudo, que ostenta en su base la inscripción “1610”. En esta fachada adosada a la cabecera del templo, se encuentra la torre del campanario.